miércoles, 8 de septiembre de 2010

EL GENESIS


GÉNESIS

Génesis (del griego Γένεσις, "nacimiento, creación, origen"; del hebreo בְּרֵאשִׁית, Bereshit, "en el principio") es el primer libro de la Torá ("La Ley" o Pentateuco) y también el primer libro del Tanaj, la biblia hebrea (conocida por los cristianos como el Antiguo Testamento).

Autor y fecha de composición

El libro del Génesis no menciona a ningún autor. La mayoría de estudiosos académicos están de acuerdo en que fue escrito por varios religiosos como por ejemplo en la epoca del cautiverio en Babilonia, y que tiene muchos autores (hipótesis documental o hipótesis JEDSR).

Durante la mayor parte del siglo, los estudios académicos sobre los orígenes del génesis estuvieron dominados por la hipótesis documental formulada por Julius Wellhausen a finales del siglo XIX. Esta hipótesis ve el Génesis como una compilación de fuentes inicialmente independientes: el texto J, llamado así por su uso del término YHWH (JHWH en alemán) como el nombre de Dios; el texto E, llamado así porque usa Elohim como el nombre de Dios; y el texto P, o fuente sacerdotal, debido a su preocupación por el sacerdocio de Aarón y los levitas. Estos textos fueron compuestos de forma independiente entre 950 aC y 500 aC y sufrieron numerosos procesos de redacción, culminando en su forma actual alrededor de 450 aC. Se han identificado varias fuentes adicionales que no se pueden atribuir a ninguno de los tres documentos originales, especialmente Génesis 14 (la batalla de Abraham y los "Reyes de Oriente"), y la "Bendición de Jacob". La tradición de la autoría de Moisés del Pentateúco entre los estudiosos medievales se mantuvo incuestionada hasta la hipótesis de Wellhausen. En la primera mitad del siglo XX, la ciencia de la arqueología bíblica, desarrollada por William F. Albright y sus seguidores, combinado con la aplicación de nuevos métodos de estudio como la crítica de fuentes y la historia de la tradición, desarrollada por Hermann Gunkel, Robert Alter y Martin Noth, parecen demostrar que las historias del Génesis están basadas en tradiciones orales del II milenio aC. Así, a mediados del siglo XX parecía que la arqueología y el mundo académico habían reconciliado la hipótesis de Wellhausen con una versión modificada de la autoría de Moisés.

Este consenso fue roto en los años 70 con la publicación de dos libros: "La historicidad de las narraciones patriarcales" (1974) de Thomas L. Thompson y "Abraham en la historia y la tradición" (1975) de John Van Seter. En ellos se señalaba que la evidencia arqueológica que conectaba al autor del Génesis al II milenio aC podría apuntar igualmente al I milenio y que las tradiciones orales no eran tan fácilmente recuperables como Gunkel y otros habían afirmado. Un tercer trabajo, "La fabricación del Pentateuco" (1987 de R.N. Whybray analizaba las asunciones que subyacían en el trabajo de Wellhausen y las consideró ilógicas y poco convincentes, mientras que William G. Dever atacó las bases filosóficas de la arqueología bíblica de Albrightean, argumentando que no era ni deseable ni posible usar la Biblia para interpretar los registros arqueológicos. Actualmente las teorías mayoritarias se pueden dividir en tres grupos:

  1. Revisiones del modelo documental de Wellhausen, de los que el modelo de Friedman es uno de los más conocidos.[1]
  2. Modelos fragmentarios, como el de R.N. Whybray, que ven la Torah como el producto de un único autor trabajando a partir de una multitud de pequeños fragmentos más que de extensas fuentes coherentes.[2]
  3. Modelos suplementarios como el de John Van Seter, que ve en el Génesis la adición gradual de material a lo largo de muchos siglos por muchos autores.[3]

Origen del nombre Génesis

El nombre griego proviene del contenido del libro: el origen del mundo, el género humano y el pueblo judío, la genealogía de toda la humanidad desde el comienzo de los tiempos. También "génesis" tiene el sentido de "prólogo", ya que la historia judía comienza propiamente con el Éxodo, del cual el Génesis es simplemente un prolegómeno. Este título aparece en la Versión de los Setenta o Septuaginta Griega. En hebreo, el libro se llama «Bere'schíth»: "En el Principio", que se toma de la primera palabra de la frase de apertura.

Según el Génesis, el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios. Varios de los personajes de este libro son relevantes para el pueblo judío: Noé, Abraham, Isaac, Jacob y José, por ejemplo.

División tradicional

Es costumbre de los judíos dividir el libro —al igual que el resto de los libros del Pentateuco— en doce parashiot o lecturas semanales, cada una de las cuales es leída cada semana en el ciclo anual de lecturas de la Torá.

Temas principales

Los temas básicos de los que se ocupa este libro son tres: la Promesa, la Elección y la Alianza. En esto no es original, ya que los tres se repiten a lo largo de toda la Torá, pero cada uno de ellos es dominante en distintas partes del Génesis.

En la historia primitiva las intenciones de Yahweh (Dios) se ven obstaculizadas por la infidelidad del Hombre. En la historia de Abraham la fe es abandonada, puesta a prueba y resulta victoriosa al final para ser restaurada completamente; quienes no la han perdido nunca se ven recompensados. En tiempos de Jacob se explica que la elección de Dios por el pueblo judío no persigue ningún fin espurio, sino que es generosa y desinteresada. Con José, por fin, la Providencia frustra los malos impulsos humanos y los dirige pacientemente para hacerlos cumplir, en última instancia, con los planes y objetivos del diseño divino.

Géneros literarios

El Génesis encaja exactamente en la definición de libro histórico bíblico, recordando siempre que el término "histórico" no debe entenderse en el sentido que se otorga a la historiografía moderna. Esto es especialmente cierto para los capítulos sobre los orígenes y para la historia de los patriarcas.

Pero el Génesis es también:

  • Historia de familia: una larga serie de biografías, cronologías y genealogías de antepasados que se centran en los acontecimientos familiares despreciando los hechos políticos o religiosos. No sigue la sucesión de gobiernos sino la de los parientes.
  • Historia popular: Suele detenerse en minucias argumentales que pueden interesar al pueblo llano y frecuentemente omite hechos que parecen esenciales a los historiadores modernos.
  • Historia religiosa: Todo lo narrado es visto bajo el criterio de que es consecuencia de la acción directa de Yahweh, el Dios único, que interviene incuestionablemente en todos y cada uno de los momentos decisivos. Además, todos los hechos se agrupan y se explican en función de postulados teológicos destinados a probar una u otra tesis religiosa.

A pesar de estas precisiones, el Génesis da toda la impresión de narrar -en la historia de los patriarcas- hechos que fueron o semejan ser reales, dando unas muy vívidas imágenes del origen y migraciones del pueblo hebreo, de sus raíces étnicas y lingüísticas y de sus estructuras morales, sociales y culturales.

Interpretaciones de la Creación del Mundo y el relato del Edén

Abraham presenta a Isaac en sacrificio.

Para muchos, los once primeros capítulos del Génesis merecen ser considerados aparte del resto, pues describen en una forma popular el origen y creación del mundo, el hombre y la vida en general. La gran mayoría de los cristianos consideran los primeros capítulos del Génesis como escritos simbólicos que no deben ser entendidos literalmente. Mientras que sólo unos pocos creen que son verdaderos e históricamente correctos.

Se han intentado hacer innumerables lecturas de los capítulos del Génesis. Entre ellas está la Kabbalah hebrea, la interpretación histórica, la alegórica (incluyendo una alegoría a la evolución del Universo (teoría del Big Bang) y la teoría de Darwin (teoría de la Evolución)), interpretaciones sacerdotales y místicas, y así la lista se extiende indefinidamente.

Muchos gustan resaltar una aparente contradicción entre la historia de la creación del mundo (primer capítulo del Génesis) y la historia de la creación del hombre en el Huerto del Edén (segundo capítulo del Génesis), la cual dio origen a la leyenda de Lilith (véase Leyendas del cristianismo). En el primer capítulo Dios crea primero a los animales, y entonces crea al hombre y a la mujer a su imagen, sin establecer ninguna prioridad entre ellos; pero en el segundo capítulo, en la creación del Huerto del Edén, muchos ven que Yahweh Elohim crea a Adán primero, luego a los animales y finalmente crea a Eva de una costilla de Adán, o de su costado según la traducción.

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. (Gn.1.27)

Y de la costilla que Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y trájola al hombre. (Gn.2.22)

La Biblia, (Antigua Versión Reyna-Valera 1909)

Para los creacionistas, el capítulo uno del Génesis presenta la semana de la creación, que culmina con la institución del día de reposo. Esa es la idea central de ese capítulo. Mientras que la idea principal del capítulo segundo es la institución del matrimonio, y se mencionan detalles concernientes a dicha institución. Todo el asunto de la aparente contradicción estriba en que en la Antigua Reina Valera, en el verso 19 del capítulo 2, se usa el pasado perfecto '"formó"' en vez del pasado pluscuamperfecto '"había formado"', dando al pasaje un sentido ambiguo.

Formó, pues, Dios de la tierra, toda bestia del campo, y toda ave de los cielos y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. (Gn.2.19)

En cuanto a la creación de Adán y Eva, el pasaje de Génesis 1: 27, no dice que fueron creados simultáneamente, sino que fueron creados en el mismo día. Por lo cual los creacionistas sostienen que el capítulo dos no contradice al primero, sino que sólo añade detalles no mencionados en el capítulo uno. Como por ejemplo; que antes de crear a la mujer, Dios trajo todas las criaturas ante Adán para que les pusiera nombre. Todo esto con un propósito mayor que la mera taxonomía de la fauna.

Y dijo Dios: No es bueno que el hombre esté solo, haréle ayuda idónea para él. (Gn.2.18)

Según esta interpretación, Dios creó una mujer y se la dio a Adán. Él quiso que el hombre reconociera primero que algo le faltaba, y por eso le trajo todos los animales.

Y puso Adam nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo animal del campo: mas para Adam no se halló ayuda idónea para él. (Gn.2.20)

Adán vio que había león y leona, carnero y oveja. Pero para el varón ('ish') no había una varona o hembra ('ìsha').[4]

Y Dios hizo caer sueño sobre Adan, y se quedó dormido: entonces tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar; Y de la costilla Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y trájola al hombre. Y dijo Adan: Esto es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne. Esta será llamada Varona ('Isha'), porque del varón fue tomada. (Gn.2.21-23)

Esta aparente contradicción entre los capítulos uno y dos del Génesis han sido excusados con la llamada hipótesis documentaria, la cual sostiene que ambos capítulos del Génesis provienen de dos fuentes distintas. El capítulo 1 sería de origen sacerdotal, mientras que el capítulo 2 sería de origen yavista; y que ambos versiones fueron unidos después y añadidas el Génesis. Ambas tradiciones, la sacerdotal y la yavista, son posteriores a Moisés, lo que pondría el producto final en una fecha muy posterior, en el llamado Periodo Intertestamentario.

Algunos exégetas proponen que el primer capítulo del Génesis sea estudiado, desde el punto de vista de la tradición sacerdotal, como un escrito surgido después de la deportación a Babilonia, cuando el judaísmo se cimentaba más como una religión que como una nación en particular, y cuyo propósito sería también reforzar la idea del sábado como día sagrado de descanso, además por supuesto de dejar claro que toda la creación, incluido el hombre, son obra de Elohim.

Por otra parte, estos mismos investigadores proponen al segundo capítulo del Génesis como un escrito mucho más antiguo, de la época de los reyes en Israel, el cual vendría a ser un lamento en el que la situación sedentaria y civilizada centrada en ciudades del reino conllevaba también injusticias, pobreza y marginación, pues para ellos el relato del segundo capítulo del Génesis parecería ensalzar los valores del nomadismo y de la cercanía con Yahweh provenientes de la vida en el desierto.

Mientras que para los creacionistas, como ya mencionamos, tal contradicción no existe, debido a que en el capítulo uno del libro se expone un resumen global de la creación, mientras que en el segundo, se detalla el primero: Mientras que el primero se anuncia que Dios creó al hombre y a la mujer, en el segundo se detalla cómo se realizó.

Relación entre el génesis Bíblico y el génesis Sumerio

Al analizar la Mitología sumeria y relacionadas (sumerios acadios y babilonios, así como los asirios), en tablillas con historias de origen sumerio como el Enuma Elish, se pueden encontrar puntos u origen en común, o influencia con la historia bíblica del Génesis.

  • Según la mitología Sumeria, la diosa Ki creó con la costilla de Enki una diosa llamada Nin-ti ("mujer de la costilla"). (Paralelismos con la historia de Eva).[5]
  • Enki creó a los seres humanos y un lugar donde el hombre podía vivir sin miedo a los animales, un lugar sin terror; pero posteriormente Enki descubrió que los humanos tenían un comportamiento inadecuado, y por ello los expulsó de este paraíso.(Paralelismos con la historia del Jardín del Edén).
  • También se menciona las disputas de dos dioses, la diosa del grano llamada Ashnan y la diosa del ganado llamada Lahar. Un problema similar se menciona entre Emesh y Enten que estaban encargados de la vegetación, bosques y campos, y el otro de las cosechas y la agricultura y de los animales y el ganado, los cuales tuvieron una gran disputa (Paralelismos con la historia de Abel y Caín).

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